Debo confesar que este año me ha costado mucho “ponerme” a redactar esta carta; quizá sea la última vez, pero cada diciembre pienso lo mismo y ahí están la Carta 2013, la Carta 2014, la Carta 2015, la Carta 2016 y la Carta 2017 ; comienza a ser una “tradición”, y finalmente he decidido hacerla…
Primero, para todas las personas que es la primera vez que leen una de mis cartas, me gustaría explicar en dos líneas de qué versan. Es un texto humilde y profundo, en el que deseo incluso a mis enemigos, que los de Oriente, los camellos, los renos y cía. les traigan “cosas”.
Queridos Reyes Magos, Papá Noel, renos, camellos y cía:
Amigos
Cada vez tengo más claro que son capitales en mi vida. Posiblemente 2018 haya sido el año en el que menos nos hemos visto; los constantes viajes, el trabajo, la familia y, en ocasiones (las menos), el “apalancamiento”, han evitado más encuentros. Pero saben que siempre estoy ahí; al contrario de lo que nos venden anuncios como Ruavieja o Ikea por Navidad, las redes sociales nos permiten al menos estar más cerca, vernos sin hablarnos, sentirnos sin rozarnos…
También quiero acordarme de los que ya no están. Como suele decir mi hermana, “el telón del cielo se ha abierto para recibirles”.
Pido en esta carta, y por “enésima” vez, tener más tiempo para ustedes. La amistad es una palabra muy importante, sin amistad no hay amigos, sin amigos no hay una felicidad plena en ninguna morada.
Pido a los de Oriente, al más puro Vicente Fernández, “que les vaya bonito”, pero le añado también lo que decía mi paisana Rosana “que no les vaya mal”.
Pido a los de Oriente que me traigan nuevos amigos, no porque los actuales sean cortos en número, sino porque “su jefe”, desde su plácida casa con vistas del cielo, “invita” siempre a alguno de ellos.
Enemigos
Puff, este año creo que los he visto muy poco; desconozco si están reuniendo fuerzas, replegándose como hiciera Tito Labieno con sus tropas en África antes de la Batalla de Ruspina, o simplemente saben que contra mí tienen la batalla perdida (imagínense la guerra). Una vez escuché y no recuerdo a quién, una variante de la frase “a palabras necias oídos sordos”, que decía algo así como “a palabras eléctricas, oídos desenchufados”, pues eso.
En mi vida no hay electricidad para los enemigos, no hay luz para que puedan ver cómo electrocutarme. La única luz que hay es aquella de las velas de la esperanza; esperanza de que malogren su rencor, su ira, su rabia canina sin hueso que les hace ser malas personas.
Pido a los de Oriente en esta carta, que les traigan carbón del dulce. Seguramente será la única forma de que endulcen sus tristes vidas. Pero ojo, que no quiero matar a nadie, si ven que hay algún diabético, que sea sin azúcar…
A los políticos corruptos
Podría poner exactamente lo mismo que en mis 5 últimas cartas, y esto es una señal inequívoca de que ustedes no se enteran de nada… Las únicas puertas giratorias que deberían utilizar son las de los aeropuertos, pero no para ir a sus paraísos fiscales, las de los grandes hoteles, pero no para cerrar acuerdos corruptos… ¿No se dan cuenta de que morirán siendo recordados como tahúres sin alma? Sus espejos están velados, y ni mis velas de esperanza quiero que sean ajadas para aluzar a semejantes semblantes medrosos.
Pido a los de Oriente en esta carta que se les acaben las balas. Que no permitan que sigan disparando al pueblo con munición lacerante. Pido a los de Oriente que sus camellos sean guiados por la mismísima Khaleesi para otros fines que los de cargar regalos. Que les regalen sus coronas pero transformadas en espinas para que pinchen las pocas neuronas que les queden, igual solo de esta forma, no podrán pensar, y si no piensan no roban…
A las personas sin empleo
Es injusto. Vivo prácticamente en la calle, escucho todos los días historias de jóvenes, y no tanto, cuyo problema no es estar sin empleo, sino que no encuentran oportunidades reales para conseguirlo.
Trabajen por aprender competencias, luchen para ser escuchados… Persistan, persistan y persistan. Intenten buscar donde no busca nadie. Alcen la voz para que, algo que está considerado como un derecho, no siga siendo un suplicio.
Pido a los de Oriente para ustedes, que sean más justos. Que incluso se bajen de sus camellos (que no dragones) y les guíen en el duro camino del desempleo. Les pido a los tres reyes que dejen de ser protagonistas de la historia, y que les den la oportunidad de llevar a sus hogares el regalo de conseguir trabajo.
Por último les ruego que sustituyan sus presentes. La “mirra”, esa resina aromática que exuda la Commiphora myrrha, cámbienla por el aroma de la ilusión. El “oro” sustitúyanlo por trabajo en la mina de donde haya sido extraído… Y el “incienso”, el incienso que sirva para oler las oportunidades…
A mi familia
Este año he vuelto a contar y siguen separándonos 1.931,2 kilómetros, no se ha reducido la distancia, aunque miento, seguramente se ha incrementado o al menos eso me ha parecido.
Muchas han sido mis comparaciones en las últimas cartas; les he visto como los puentes del Poloponeso, resistentes eternamente; como el Glacial Perito Moreto, del que se dice que es grande, largo y alto… y que por mucho que año tras año se derrumbe, vuelve a sus 60 metros de altura. Incluso el año pasado con La Alhambra, ese monumento de mi ciudad adoptiva. Este año les compararé con un lugar mágico, con la mismísima Gran Muralla China.
Tiene 8.851 Km., pero contando con sus ramificaciones y construcciones secundarias, llegó a sobrepasar los 21.200 Km. Ustedes son exactamente igual, tienen infinidad de valores que son notablemente superados por los que no muestran, pero todos sabemos que poseen.
Padre, últimamente te pillas muchos catarros… ¿Será la edad? Sigue viviendo la música como lo haces; espero que el “jefe” de los reyes no quiera celebrar Santa Cecilia con tu acordeón, flauta, piano o trompeta… Madre, recuerdo una vez, hace muchos años, que llamé para decirte que tenía fiebre; me dijiste que no saliese al balcón por si me daba un mareo ,) Ya sabes que serás eterna, así que no tengas miedo a nada y a nadie, es un derecho que se han ganado los inmortales. Sandra, los cambios siempre deberían ser “a mejor”, y creo que el último importante, sin duda, así lo corrobora. Nos separamos demasiado pronto, y eso es algo, de las pocas cosas, que me gustaría cambiar de la vida que he vivido. Yolanda, no creo en los ángeles, pero tú me demuestras que pueden ser visibles. Yaiza… Sin miedo a equivocarme, las frases o palabras que más he repetido en este año que se va, son:
- Yaiza
- Siéntate bien
- Más lejos de la tele
- Pupa, caca, cuidado, espera, ¿qué?,…
Ya sabes que estas cartas las guardaré para cuando aprendas a leer. Eres más lista que diez; no sabes leer, pero sí “lees entre líneas”, no sabes leer… ¡pero ya sabes latín! No sabes leer pero me lees la “cartilla” todos los días… Lo mejor que me ha pasado en la vida es ver cómo creces, cómo preguntas, cómo “alegas” tus historias, esas historias que son tuyas, solo tuyas. Historias a las que en ocasiones les faltan preposiciones, pero nunca intenciones. Recuerda que siempre estaré a tu lado aunque no esté; no olvides jamás que hay que luchar todos los días por ayudar a quien tengas cerca, a quien lo necesite, a quien te lo pida… Tendrás que luchar por ser mejor persona, pero además para que tu entorno también lo sea.
Pido a los de Oriente que los “oriente”. Que si pueden cambiar el orden de las semanas… sería todo un detalle; que se trabajase 2 días y se librasen 5 para poder ver más a mi familia. Se va un año en el que he pasado semanas enteras en ciudades bonitas pero lejanas, noches de hoteles de 5 estrellas sabiendo que en casa me esperaban las dos más brillantes. Se va un año en el que mi familia canaria es un año más longeva… El tiempo es algo que no se recupera, se gasta. Es algo que no se puede poseer porque no es de nadie, ni siquiera de los relojes que lo retienen, solamente se puede disfrutar. Por eso les pido a los de Oriente que me den más oportunidades de poder verles. No pido tanto, pero sería lo más importante para mí de esta misiva.
A todas las personas que me leen día tras día
¡Son ustedes la leche! Cada año me demuestran que están ahí, con sus comentarios, mensajes, comparticiones, likes, RT… Con sus opiniones, consejos, recomendaciones… Llevo años dedicándome al mundo que engloba el Marketing y la Comunicación, y lo que empezó como una pequeña ventana para poner “mis reflexiones”, se ha convertido en un ventanal sin marcos, sin cristales y sin estructura, que no para de crecer. Gracias, gracias y más gracias.
Como dije el año pasado, y es lo único que repetiré en esta carta:
Si quieren ser felices en esta vida, elijan un hobby por trabajo, un hobby para mantenerse en forma y un hobby para estar cerca de las personas que quieran; yo ya lo he conseguido. Y si he sido capaz “teniendo una hora menos” como buen canario, ustedes también lo lograrán.
¡Muchas gracias un año más!
Pido a los de Oriente para ustedes que no se cansen de seguir aprendiendo. Que les traigan momentos lindos. Que logren todos sus propósitos porque seguramente se lo merecen. Les pido que si flaquean, sean capaces de seguir hacia delante; solo hay una dirección, y es la que sea, la que elijan ustedes, pero sin mirar atrás…
Voy acabando que tengo que aprovechar el brillo de mis estrellas mientras pueda, luego vendrán las puertas giratorias de los hoteles, espero no encontrarme con ningún político corrupto arrepentido, seguramente no tendría ni un ápice de piedad…
Como saben, por aquí suele escribir Rayko Lorenzo… hoy no, hoy fue solo Rayko, es lo que pasa cuando uno escribe con el corazón y no con la sapiencia.
Un saludo.
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