Recibimos 3.000 impactos publicitarios al día, sí, “tres mil”. Esto que parece una auténtica barbaridad, no lo es tanto si tenemos en cuenta que se trata del cómputo total en todos los formatos:, televisión, radio, prensa, en la calle, en Internet, conversaciones…
¿Saben realmente con cuántos de esos impactos nos quedamos? Apenas con un 12%…
Pero pueden estar tranquilos, afortunadamente como les decía en la viñeta, nuestra mente se queda con un 12%; y les digo más, según los últimos estudios los que mayor efecto dan son los televisivos, que se estiman en 90 impactos diarios (un 50% del global de impactos recordados). La publicidad de automóviles, bebidas y tecnología suele ser la más recordada.
Pero en un mercado tan competitivo como el actual, las marcas están obligadas no solo a promocionar sus productos, sino a vender lo intangible, a destacar, a viralizar sus spots… en definitiva, a sorprender a su público objetivo. Y de esto versa exactamente el protagonista de este artículo, del “Efecto WoW”.
Este efecto no es otra cosa que la capacidad de generar sorpresa, admiración o diferenciación a un servicio o producto:
Lo tradicional pasa a ser inesperado, lo humorístico a algo recordable a perpetuidad y lo llamativo a un auténtico espectáculo…
Si el “Efecto WoW” está bien orquestado será capaz de crear momentos sorpresivos inhibidos en sus procesos publicitarios que arrojen experiencias recordables. Para lograr este fin, deberán cumplir algunas de estas características:
Misterio: las acciones podrán tener una parte de “suspense” que invite al consumidor potencial a seguir descubriendo su desenlace. El misterio despierta el interés del público.
Creatividad: salir de lo cotidiano, inculcar valores de originalidad a la estrategia en cuestión. Esto se puede conseguir no solo con un producto diferente, sino jugando con el entorno, la manera de exponerlo, el packaging…
Emotividad: lo emotivo vende; si recurrimos a la emotividad deberemos vestir la situación con elementos humanos que ayuden a generar sentimiento.
Humor: está comprobado que las situaciones que generan sonrisa son más recordables y comentadas. El “Efecto WoW” con pinceladas de humor puede ser una buena herramienta para generar bienestar en el público objetivo.
Sorpresa: indispensable esta característica, ya que se podría decir que es la que otorga nombre al efecto. Toda acción que genere sorpresa es más viral, además, al tratarse de algo fuera de lo común, implicará un mayor recuerdo cognitivo.
Les pongo un ejemplo de “Efecto WoW” sencillo, económico y viral que está sucediendo en Granada en estos días. Se aproxima la festividad de “Las Cruces”, una de las fiestas más populares de la capital de La Alhambra. La tienda de trajes flamencos “El Rocío” no reparte flyers, o se anuncia solamente en prensa local… tiene a chicos y chicas vestidos con trajes típicos andaluces paseando por el centro de la urbe, portando el cartel con ofertas y descuentos de la tienda en cuestión. Se sorprenderían al ver las fotos que los turistas sacan a estos jóvenes tan bien ataviados.
Se me ocurre otro ejemplo, del que además redacté un artículo hace algunas semanas. Un club de fútbol brasileño, publicitaba los precios de los productos de un supermercado en sus dorsales. El “Efecto WoW” estaba garantizado, viendo cuánto costaba una espuma de afeitar, una pizza o las sardinas congeladas, en un formato tan rompedor y jamás utilizado como los dorsales de los jugadores…
Como ven, todo se trata de creatividad, humor y unas dosis de sorpresa…
¿Optarán por buscar el “Efecto WoW” para sus empresas y marcas?
Un saludo.
Rayko Lorenzo.
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