Cuando escuchamos la palabra Motivación, tendemos a vincularla con la recompensa. Me explico; la Motivación que tenemos frente a una situación determinada es equivalente al producto entre el valor que la persona le asigna a la recompensa y la expectativa de su posible logro. No digo que sea un mal método, pero no es el mío.
La Motivación (si, en mayúscula), tendría que ser un aparato/sistema más de nuestro cuerpo, que sirviese de fiel escudero sobre todo en las duras. Tendría que ser tan importante como el aparato respiratorio, porque sin Motivación no podemos respirar. Tendría que ser como el aparato circulatorio, porque sin Motivación no podemos circular. Seguramente tendría que ser como el aparato locomotor, ya que sin Motivación no tenemos movimiento.
“Tenemos que estar motivados por naturaleza, no por recompensa”
Ponernos la Motivación encima, es la segunda cosa que tenemos que hacer por la mañana; la primera es lavarnos la cara para mirarla de frente, y saber que ya está con nosotros. Las recompensas siempre son buenas para adquirir el logro, pero hay que separarlas de la Motivación como ramas del bosque.
La persona motivada se detecta, se anhela y se envidia. La persona motivada es más persona. La persona motivada… es persona. Todos sabemos que en la situación actual, es muy sencillo perderla, pero hay que perder muchas cosas antes que la Motivación; el pesimismo, la desgana, la monotonía… no son est@s buen@s compañer@s de viaje.
No tenemos que perder aquello que realmente nos importa. ¿Por qué nos empeñamos en perder la Motivación, si antes debemos perder tantas y tantas cosas? ¿Por qué salimos de nuestras casas, sin la ropa de la Motivación? ¿o es que nos gusta salir desnudos? ¿Por qué preferimos ser cómodos, pesimistas, especulativos y cabizbajos, antes que personas impregnadas de motivación?
“La Motivación es el “nepente” que te hará la vida más fácil”
Si, ese brebaje mitológico que aliviaba el dolor diario de los guerreros y le hacía su lucha un tanto más fácil. Aquella pócima dorada, que tenía incluso efectos amnésicos. Ese escudo líquido que permitía no solamente atacar al enemigo, sino defenderse del mismo cuando te sorprendía por la espalda.
Las personas que carecen de motivación, tienen lo que en algunos países de Sur América llaman “soroche”; tienen una angustia prolongada generada por un vértigo que no les permite ser como realmente son. Un mal de altura que provoca miedos, y como ya les dije en uno de mis anteriores artículos, el miedo no existe (http://raykolorenzo.wordpress.com/2013/04/26/el-miedo-no-existe/)
Mi consejo, el consejo de alguien que se viste por los pies pero después de ponerse la Motivación encima, es que no renuncien a ella. Mírenla a los ojos y háganla formar parte, día sí y día también, de vuestras metas, objetivos, fines… en definitiva, de vuestras vidas. Pruébenlo, es de las pocas cosas gratis que nos quedan.
Un saludo.
Rayko Lorenzo.
Muy bueno amigo y muy cierto. Son tiempos en los que vivir desmotivado es ya casi parte de nuestro día a día (Los medios de comunicación, el trabajo, la sociedad etc.) hacen de nosotros marionetas y creo que esto comienza a ser una “GUERRA PSICOLOGICA” que no nos deja ver mas allá de lo que algunos desean. Si no somos capaces de motivarnos a nosotros mismos, nadie vendrá a darnos un golpecito. Así que como diría el amigo Ofredio “DE FRENTEEEEE”
Exacto! Tenemos que “automotivarnos” porque como bien dices; son pocos los que vienen a darnos el “golpecito”, y muchos de los que vienen, es para dártelo pero al precipicio!
Un abrazo y DE FREEEENTE!
Rayko Lorenzo.
Buenos consejos, amigo Raiko. Mañana ya sé que ropa ponerme.
Gracias amigo Javi. La verdad que como siempre digo, son cosas obvias pero nunca está de más recordárnoslas, y si es diariamente, mejor.
Un saludo.
Rayko Lorezo.
Hacía tiempo que no leía algo tan positivo y necesario ,defines la motivación de una manera tan cierta y entendible que solo puedo felicitarte. gracias siempre!!!
Gracias Rosa!
Esa es la idea, que no solo sea entendible sino que lo apliquemos!
Un saludo y bienvenida.
Rayko Lorenzo.