A finales del Siglo XIII, en 1270 para ser más exactos, nacía uno de los guerreros más conocidos de las guerras de la Independencia de Escocia. Se trata de Sir William Wallace. Debido a que las primeras publicaciones de este personaje, aparecen pasados los 200 años de su nacimiento, poca es la información que se tiene a ciencia cierta de su vida, pero lo que si está claro es que fue un soldado de los de verdad, de los que si había que morir por defender sus principios estaba dispuesto a ello.
Y esto es precisamente lo que nos falta hoy. Nos faltan líderes que sean capaces de luchar por las personas. Nos faltan guerreros que, viendo las atrocidades que se cometen en el mundo día sí y día también, pongan o al menos intenten poner remedio a las mismas.
Vivimos en un mundo que es más parecido a Matrix de lo que nos creemos…
Mientras pensamos que nos encontramos en un mundo perfecto, de ensueño, las continuas noticias, acontecimientos y verdades, nos conducen a un mundo más real y más detestable. Un mundo donde los sueños se convierten en pesadillas. Una sociedad falta de ideales. Una tierra donde el dolor, la codicia, la injusticia y el dinero/poder campan a sus anchas dejando huellas tan profundas que los que vengan detrás no serán capaces de pasar sin tropezar…
Nuestro sistema ha ingerido cruelmente la pastilla roja sangre que libera a los más pudientes conduciéndolos a un mundo real y eso, pudiente. A los “mortales”, ese mismo sistema nos hace “engullir” la pastilla azul cielo que permite olvidar todo lo que ellos nos provocan y que sigamos perteneciendo a un mundo que es menos mundo que nunca…
Hacen falta guerreros como William Wallace; capaces de detectar que el enemigo está entre nosotros. Que la sociedad se merece mejores dirigentes. Que no debe existir tanta pobreza para que sí haya tanta riqueza. Soldados que estén dispuestos a decir en voz alta lo que tantas personas murmullan en baja. Personas que, como Wallace, denuncien las atrocidades que se están cometiendo en el mundo, tales como el tráfico de órganos, la esclavitud infantil, las barbaries del coltan o del mercado de diamantes… Los 92 millones de mutilaciones genitales a mujeres y niñas en África, las 24.000 personas (con nombre y apellidos) que mueren cada día de hambre en el mundo (el 75% de ellas son niñ@s menores de 5 años). La repugnante violencia machista. La triste noticia de millones de parados… Los atentados terroristas… ¿Qué hacen nuestros dirigentes? ¿Por qué las sentencias judiciales no se cumplen permitiendo a “los malos” volver a delinquir? ¿Por qué no se controlan temas como el tráfico de órganos, armas, mujeres, droga, diamantes, coltan…? La respuesta se las doy rápidamente: “blanco y en botella”.
Cuánto haría falta un tipo como el bueno de William; que luchara para conseguir nuestra libertad. Que defendiera a los suyos de verdad. Que fuera capaz de derrotar a miles de jinetes sentados en sillones de cuero marrón… Que le hablara al pueblo con la verdad por delante pero sin miedo a luchar por un mundo mejor…
Los principales enemigos de este personaje histórico escocés eran John de Warenne (VII conde de Surrey) y Hugh de Cressingham, a las órdenes de Eduardo I de Inglaterra. Nuestros enemigos hoy son tantos, que no podría acabar mi libro si se los relato aquí y ahora…
William Wallace después de ser capturado y torturado, fue descuartizado en 5 partes. Su cabeza fue expuesta en una pica en el Puente de Londres. Su brazo izquierdo lo llevaron a Berwick. El derecho a Newcastle. El pie izquierdo a Aberdeen y el derecho a Perth. A nosotros, el sistema actual no nos descuartiza, nos practica otro método de tortura que es la asfixia. Nos mata lentamente. Nos ahogan. Nos ponen vendas para que siempre sea noche. Nos mienten. Nos vuelven a mentir… Menos mal que somos más listos que ellos. Y somos más listos porque vivimos sabiendo lo que nos hacen, y no hay nada peor para un corrupto o para algún dirigente de esos que mira para otro lado, que saber que algún día se les acabará la gallina de los huevos de oro… Y en “huevos”, a nosotr@s, no nos gana nadie.
Regresa pronto Wallace…
Un saludo.
Rayko Lorenzo.
Cuanta verdad mí querido amigo… No creo que nos llegue nunca (por desgracia) una persona así, pero si aparece, yo seria de los que lucharían a su lado hasta la muerte.
P.D. Gran pelicula y mejor Banda Sonora…Un fuerte abazo, desde tu tierra Benahorita..
Gracias por estar siempre ahí y compartir mis reflexiones! ,)
Otro abrazo para ti!
Rayko Lorenzo.
Si miras atrás en la historia siempre ha habido ricos y pobres y personas que han hecho barbaridades por codicia y por conseguir el poder, lo triste es que hemos ido a peor a lo largo de los siglos, hasta llegar a los días de hoy donde todo vale, donde tenemos una sociedad carente de ideales, cordura y coherencia, donde la corrupción y la codicia parecen algo normal y común. Y no me consuela pensar que los dirigentes corruptos sepan que les llegará el día en el que se les acabe el chollo, porque vendrán otros y nosotros seguiremos igual.
Un William Wallace lo tendría difícil en los tiempos que corren, donde como bien dices, no tendría que luchar contra dos enemigos sino contra miles, pero sí que hace falta y no uno, sino cientos y si existiese y apareciera, aquí tiene una escudera, falda llevo, sólo me falta aprender a manejar la espada 🙂
Por los William Wallace, pasados y futuros!!
Buena y cierta reflexión Mª José! El que hace la ley hace la trampa, pero es que la mayoría de los políticos de hoy hacen la trampa sin importarles la ley, que es diferente!
Un saludo.
Rayko Lorenzo.
Excelente como todo lo que escribes.
Abrazo desde tu tierra hermano.
Muchas gracias!
Otro abrazo para ti.
Rayko Lorenzo.