Carta al enemigo Desánimo
Inicio de semana, prácticamente de mes y casi de estación. Un día más que digno para dirigirme a ti, enemigo Desánimo. Apareces siempre como de la nada, que no nadando. Eres como una sombra demasiado oscura que normalmente “sales a la luz” después de una batalla como la de Isla Flores, aquella donde los navíos castellanos…